CONSEJOS COMUNALES SE REGIRAN POR NUEVA LEY

Se privilegia las decisiones tomadas en colectivo y fueron afinados los pasos para revocar a los voceros.
Una vez que el pasado martes fuera sancionada por la Asamblea Nacional (AN) la nueva Ley Orgánica de Consejos Comunales, comienzan a salir a la luz pública, los cambios que conllevan, entre otros, la eliminación de bancos comunales y le otorga la preponderancia a la asamblea de ciudadanos.

“Esta ley es ‘viva’ y le confiere a los ciudadanos privilegios y prioridades. Además fue el resultado de una amplia consulta —comenzó a discutirse este año— porque fue la misma gente que a tres años de la ley anterior, propuso cambios”, declaró, ayer, a PANORAMA, el diputado Alfredo Murga, vicepresidente de la comisión de participación ciudadana de la AN.

Entre las modificaciones concretadas figura la desaparición de las cooperativas de bancos comunales que pasan a ser Unidades de Gestión Financiera Comunitarias. Ese cambio era manejado desde el 12 de mayo, cuando hubo la primera discusión, agregándose otras transformaciones, el pasado 5 de noviembre, con la aprobación de los 10 primeros artículos.
Ese día hubo la sustitución del carácter especial por uno “orgánico”, y el incremento de 57 a 61 artículos.

La creación de la Unidad de Gestión financiera Comunitaria era necesaria, según el diputado. “Con los bancos comunales hubo muchas críticas, ahora será más eficiente en la recepción, control y ejecución de los recursos”, plantea Murga.
Es destacable para el parlamentario, el revocatorio de los voceros comunales, planteado en el artículo 38, “que aunque presente en la anterior ley, quisimos perfeccionar para evitar la anarquía. Ahora sabrán por qué, cómo y bajo qué parámetros puede solicitarse un revocatorio de sus miembros”.

La nueva figura permitirá realizar más y mejor contraloría social, en opinión de Antonio Jiménez, vocero de medios del consejo comunal Samanes 2, de Lagunillas.

“Ya no será el banco comunal y sus voceros los que dirijan los recursos, ahora cada comisión es partícipe directamente, por ejemplo, si una comisión de medios propone un proyecto de periódico o radio comunitaria será responsable directo. Para mí habrá más monitoreo y éso es un avance positivo en la supervisión de obras y recursos”, alega Jiménez.

Cada cooperativa será liquidada, explica Carlos Colina, promotor de Fundacomunal en Lagunillas, aunque no debería haber confusiones. Desde cuando era gestada la reforma, la Superintendencia Nacional de Cooperativas (Sunacoop) envió comunicaciones para indicar que no registraría más los bancos comunales porque éstos dejarían de ser cooperativas.

Que la gente tenga pleno conocimiento sobre el manejo financiero, a través de las asambleas de ciudadanos, es una referencia mencionada por Yurani Rosales, contralora del consejo comunal de la urbanización Eleazar López Contreras, primera etapa (Ciudad Ojeda).
“Nosotros hemos estado haciendo asambleas de ciudadanos cada tres meses e informando hasta por escrito de lo que se gasta, porque es algo delicado”, señala Rosales sobre la preponderancia del colectivo.

El nuevo instrumento, según Oswaldo Sisiruca, coordinador del consejo comunal de Sipayare, en Valmore Rodríguez, refuerza la gestión de estas agrupaciones.

“Algunos voceros después de ganar se creían los dueños del consejo comunal ahora con la nueva ley se recalca el trabajo colectivo”, expresa mientras aplaude lo relacionado con el revocatorio, que debe convocarse con una asistencia del 10% de la población mayor de 15 años, residente del sector donde queda el ámbito geográfico de ese consejo.

Para Sisiruca, que la antigua legislación haya sido cambiada a tan solo tres años, representa un avance. “Aparentemente cuando se crearon los consejos comunales todo fue muy rápido, incluso la ley y no se tomó el debido tiempo para estudiarla. Nosotros estuvimos participación en muchas discusiones sobre la reforma y las mejoras que vendrían con la nueva ley”.